07 septiembre, 2007

Siempre costándome vivir


Siempre costándome vivir, dudando ante las bifurcaciones del camino, retrasando la toma de la decisión, fácil o difícil, siempre atrasada hasta más no poder o hasta que algo o alguien decide por mí. Siempre entregada a las diligencias del destino que me depara qué sé yo, siempre intentando adivinar, calculadora, el suceso de mañana, el tropiezo de pasado mañana, el desastre que me espera al cruzar esa esquina. Siempre alerta sin que valga de nada, sin que pueda adivinar ni concretar tan siquiera qué voy a comer mañana al mediodía. Siempre dudosa, con miedo, sin alegrarme ni estar confiada en el camino que no puedo dejar de tomar o que no tengo más remedio que recorrer. ¿Cómo construir, así, una vida plenamente feliz, despreocupada, centrada en lo realmente importante, que soy yo, si yo misma no me lo permito? Si yo misma me ahogo en cualquier gota que suelte el cielo atroz, grisáceo, y me ciego con cualquier rayo de luz que asoma, tímido, en la mañana de cualquier amanecer veraniego.

1 comentario:

Pumuki dijo...

Me alegro mucho volver a leer tus escritos y que no te los reserves para ti sola.
Como siempre me parecen emocionantes y con una gran fuerza sentimental que en algún punto acongojan.
Me gustan mucho.