tag:blogger.com,1999:blog-153599072024-03-07T19:25:17.536+01:00Alice's Adventures in WonderlandAlicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.comBlogger14125tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-30018217767667572662008-10-13T20:50:00.003+02:002008-10-13T20:53:06.540+02:00Egipto, por fin<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqVO0N3ug_7Y1pVH5X07y8-Bpc0fUZBDGTl0JlxCR0XxpY-PPIN2cPdYvIackZlBXC14JaaecgBwNSt0sSx4v4egWkiBFDn_i5Ur0vMy_FYeji47ztcp7CilzowH9q_IgpO1vx/s1600-h/Falua.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqVO0N3ug_7Y1pVH5X07y8-Bpc0fUZBDGTl0JlxCR0XxpY-PPIN2cPdYvIackZlBXC14JaaecgBwNSt0sSx4v4egWkiBFDn_i5Ur0vMy_FYeji47ztcp7CilzowH9q_IgpO1vx/s320/Falua.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5256713084289456882" border="0" /></a><br /><p class="MsoNormal">Realmente casi ha llegado el esperado día. Estoy a menos de 72 horas para salir volando hacia la tierra de los faraones, aquélla mágica y ambigua, islámica, encantada, hechicera, temida… ¡Oh Egipto! ¡Tan pocos minutos me separan ya de ti y cuán lejos me siento aún de tu olor, tu historia, tus piedras vivas, tu caos, tu grandeza! La gente y los libros no han parado de contarme cosas tuyas durante los últimos meses, y no todas buenas. Muchos han intentado infundir en mí prejuicios absurdos pintándome un país desgarrado habitado por diablos con forma humana. ¡¡Hasta los niños son demonios allí!! Ayer mismo me comentaban cómo en todos lados te intentan engañar sin ninguna vergüenza, ¡tendrán cara! Y lo sucios que son, primitivos, bárbaros sin más. ¡Ay primer mundo, qué pecas al creer que el resto del planeta es espejo tuyo sin apreciar las dificultades que atraviesan otros lugares, las distintas formas de vivir, el ingenio agudísimo que permite la pervivencia! Claro, debe ser que la forma de engaño de nuestro país es más elegante. Además, no conlleva discusión ninguna, ¡¡Arriba las manos, esta cerveza cuesta 1.50 y no hay más que hablar!! Desde luego, este robo que sufrimos día a día es de mucho más nivel. Y es más, casi nos parece bien y ni siquiera lo consideramos engaño. En fin sólo espero no haberme dejado influenciar por estos comentarios que la gente se aprende y repite hasta la saciedad, incluso sin haber pisado ni uno de los granos de arena que peina tu brisa, y poder llegar a ti, querido Egipto, con la mente abierta y la mirada pura, para poder conocer mi verdad y acercarme a la tuya y a la de tus gentes. </p> <p class="MsoNormal">Tengo miedo de que desbordes mi capacidad y no pueda inhalarte, sentirte, vivirte todo lo que tú mereces. Son tantos tus encantos, tantas maravillas las que escondes, tantos rincones perdidos que no podré abordar, que temo desaprovechar sin remedio las dos semanas que viviré absorta en tus ciudades y caminos, en el Nilo, en su noche más profunda con las estrellas como techo único. ¿Acaso me escuchas? Son infinitas las voces que te han cantado a lo largo de los siglos, ¿cuántos corazones habrás devorado? ¿Cuántos amantes te habrán querido? Déjame ser uno de ellos y declararte mi amor más puro, aunque aún no te conozca. Déjame vivirte en toda tu existencia. Espérame… </p>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-35513069490745451602008-09-18T15:58:00.004+02:002008-09-18T16:02:14.767+02:00Luz<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8rwXbrU0qwFph4MXCpYVM3p9dUHemsD75Tu8lZg6Kt9RdWpIxQfljKD86I15w_e2st8RkFzD78KSGYjJzIp_qSkHSWasGYmSWK0KkCVGLmYqILFwE_CZY4mgGj9FSyDPrF9Pr/s1600-h/Rayos_de_Luz-43830.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5247360806937050770" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8rwXbrU0qwFph4MXCpYVM3p9dUHemsD75Tu8lZg6Kt9RdWpIxQfljKD86I15w_e2st8RkFzD78KSGYjJzIp_qSkHSWasGYmSWK0KkCVGLmYqILFwE_CZY4mgGj9FSyDPrF9Pr/s320/Rayos_de_Luz-43830.jpg" border="0" /></a> Abrir los ojos verdes<br />A la luz aureada de la mañana<br />Y no saber qué mirar,<br />Cómo ver.<br />¿Es engaño lo que siento,<br />Juego de luces mentiroso?<br />Es más, ¿qué veo?<br />Cegada por la luz que no entiendo,<br />Escapa la razón entre suspiros,<br />Quemada la piel por la duda,<br />Cierro los ojos. Huyo.<br />Ciega prefiero guiar<br />Los pasos que iré andando,<br />Andar.<br />Tropiezo con lo que ya conozco,<br />Y vuelvo a tropezar.<br />¿Pero ando, acaso ando?<br />Silencio. Oscuridad.</div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-12845858539353978682008-05-15T21:24:00.007+02:002008-05-15T21:58:05.059+02:00Sueño tardío de verano<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_kq4cjao4K2JFVImOB1lQYFziindjYMhKe3N6947kb_Huz3GT0GEahOfC8cCvOK_MPx29FwXZRkBPkguA6XfjChV3VnmB7murEu7YxPn7qTDZkqpQvuCbvLqj-xsFcb6mXSR/s1600-h/sueño+tardío.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5200689505836153218" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_kq4cjao4K2JFVImOB1lQYFziindjYMhKe3N6947kb_Huz3GT0GEahOfC8cCvOK_MPx29FwXZRkBPkguA6XfjChV3VnmB7murEu7YxPn7qTDZkqpQvuCbvLqj-xsFcb6mXSR/s320/sue%C3%B1o+tard%C3%ADo.bmp" border="0" /></a><br /><div align="center">Cierro los ojos,</div><br /><div align="center">te veo años atrás</div><br /><div align="center">mirándome de frente.</div><br /><div align="center">Beso el aire que separa nuestras bocas,</div><br /><div align="center">veo tus manos en mis caderas,</div><br /><div align="center">tu pelo negro,</div><br /><div align="center">tus cejas,</div><br /><div align="center">veo el imposible</div><br /><div align="center">cuando aún no lo era.</div><br /><div align="center">Amor, ¿qué me traes ahora?</div><br /><div align="center">Cuando ya tapaste ventanas,</div><br /><div align="center">cuando el aire sólo se cuela</div><br /><div align="center">por debajo de esa puerta</div><br /><div align="center">que cerraste a la primavera.</div><br /><div align="center">¿Por qué no entonces?</div><br /><div align="center">¿Por qué ahora?</div><br /><div align="center">Cierro mis ojos,</div><br /><div align="center">veo un recuerdo que no fue.</div><br /><div align="center">¡Pero te busqué tanto en la nada!</div><br /><div align="center">Ojos grandes, boca, pelo,</div><br /><div align="center">suspiro de mis errores.</div><br /></div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-21775716840826775192008-05-01T21:18:00.005+02:002008-05-01T21:23:34.818+02:00Reflexiones de un mal día<div>Todo va bien, la vida transcurre plácidamente, estás en una nube y los días pasan sin darte cuenta, ocupada, haciendo cosas nuevas, construyéndote a ti misma, superando miedos y acechando esquinas que acabas cruzando sin problemas. Todo rueda, casi sin hacer esfuerzo, o sin que el esfuerzo se haga notar, y la primavera llega, y mis seres queridos se encuentran a mi alrededor, y me acerco a nuevas gentes, interesantes, que como yo nos comprometimos en un objetivo hermoso que absorve mis energías. Pero estas energías crecen día a día, y me siento bien, fuerte, e incluso me llegan noticias felices de un definitivo reencuentro. Y de repente, ayer, caigo de la nube, algo malo se cruza en mi camino, una tontería, dicen todos, pero una tontería que de repente me ha hecho sentirme débil y tener miedo. No sé muy bien a qué, pero el miedo es al fin y al cabo desconocimiento. De repente, un insignificante incidente, el verte envuelta en un hecho que no comprendes cómo ha podido pasar, algo a lo que nadie da excesiva importancia, me hace verme pequeña, minúscula, y merma todas mis fuerzas. Supongo que será algo que mañana o pasado se habrá diluido y sólo quedará en mi mente como una desagradable anécdota. De hecho ya está diluyéndose. Pero el objetivo de este escrito es hacer reflexionar acerca de cómo las memeces más tontas, insignificantes desde fuera, pueden influir en el sentir de un ser humano, en su percepción del momento, sin que casi lo pueda describir. Cómo somos circunstancias, cómo todo nos afecta sin que casi nos demos cuenta, y es por esto que a veces nos llegan historias de personas desgraciadas a pesar de que lo tenían todo, ante nuestro asombro: ¿Cómo no podía ser feliz? Cada ser humano es un mundo aislado incluso de sí mismo. No podemos ser felices por mucho que lo queramos, por mucho que los demás digan que tenemos que ser felices, si realmente no lo somos. La felicidad es enteramente subjetiva, e incluso inconsciente.<br />El haber escrito esto me hace sentir mejor, sonrío, ahora. Me relaja estar al aire libre, escuchando pájaros, aprovechando los últimos rayos de sol. Cada vez se diluye más mi insignificante preocupación. Mañana será un día hermoso.</div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-37314403846128476342008-02-13T09:02:00.006+01:002008-02-14T08:57:15.697+01:00El viejo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4qIfOV_NvieDoKP3EM-q7ZtcMoqKJFgNkzjTRkjSYpzJfvUBZVUmqMYyd5E1UaI4rohAj7N0S2r1Kv7c1iuyunQ53QIePfBrY6n6ZKDr2SSmbqP-1SNDVvg8ulpLcGzIhhWp3/s1600-h/Anciano.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5166373266920598802" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4qIfOV_NvieDoKP3EM-q7ZtcMoqKJFgNkzjTRkjSYpzJfvUBZVUmqMYyd5E1UaI4rohAj7N0S2r1Kv7c1iuyunQ53QIePfBrY6n6ZKDr2SSmbqP-1SNDVvg8ulpLcGzIhhWp3/s320/Anciano.jpg" border="0" /></a><br /><div>Cargados de pasado esos ojos azules me miraban, entre miles de líneas eternas a las que el tiempo no había perdonado. Esos ojos, de un azul cielo, claros, hermosos, brillaban quizás sólo por el vino que atemperaba su existencia mísera y que adornaba cual dosel la estrecha tumba en la que se encontraba enterrado vivo, de la que nunca más habría de salir. Era toda una eminencia, frente clara, tupida barba blanca enmarcando su rostro, nariz solemne, manos finas, estatura media. Su cara era la de un hombre respetable, la de un tierno abuelo con amplia cultura, diría yo. Y sin embargo sus ropas eran sucias, hediondas. Un pantalón y unas alpargatas era lo único que dejaba ver la vieja gabardina que le arropaba, cogida de un contenedor cualquiera. Cada vez que se movía un fuerte tufillo a orines atizaba al vagón. Su mano sujetaba un cartón de vino blanco, envuelto en una bolsa de plástico de supermercado, del que bebía sin cesar. Su boca salía como podía de entre las barbas, que se tornaban a amarillas a su alrededor. Me inquietaba su persona, su historia, cómo habría llegado a tal estado, a cuánta gente había perdido por el camino ¿Cómo podemos aceptar ver así a un anciano y no hacer nada? Entró un joven en la parada de Velázquez y se sentó a su lado. El viejo no perdió el tiempo para pedirle algún cigarrillo, y el joven sacó tres malboros que le entregó. A la gratitud del anciano el chico exclamó que “Hoy por ti mañana por mí”. “No habrá mañana” pensé. Pero sonreí, es bueno crearse esperanzas, aunque sean absurdas memeces. Ante mi asombro aquellos dos, tan distintos en todo, comenzaron a hablar. El joven contó que era enfermero y el viejo que él no tenía cura. El joven contó que no estaba casado, aunque tenía novia. El viejo que él tuvo una mujer a la que perdió y unos hijos de los que nada sabía. El joven contó que tenía 30 primaveras, y el viejo confesó contar con 60 inviernos. Cuando el chico nació, aquel viejo tenía la misma edad que ese joven ahora. ¿Acaso su vida sería entonces igual de prometedora? Quizás sí, destrozarte no requiere mucho tiempo ni mucho esfuerzo. A lo mejor tenían en común más de lo que pensaba. Oí entre los embriagados balbuceos de aquel viejo las palabras alcohol y droga. Y sin embargo su cara, tan serena cuando me miraba con aquellos cielos de ojos no era la de un drogadicto. Sus hijos me venían a la cabeza, sus hijos, la palabra culpa, quién tendrá la culpa, malos hijos o mal padre, que tendencia maniquea la mía, siempre buscando vencedores y vencidos. Absorta en estas ideas a las que no encontraba respuesta vi como el joven se levantaba y se despedía para bajarse en Goya. Entonces el viejo me habló, a mí, pero mi torpeza me impidió entenderle. Lo repitió hasta tres veces, convencido de que lo que buscaba era hacerme la desinteresada. Hasta que a la cuarta le comprendí “No sé que va a ser de mí esta noche”. Y no pude más que dibujar en mi blanca y limpia cara una hermosa media sonrisa que no era ni de alegría, ni de complicidad, ni de ignorancia, ni de consuelo... Era una sonrisa de pena, de pena negra, de no poder ni decir nada. Esa pena que no tiene raíz que cortar porque ha estado siempre. “Eres guapa y simpática”, me replicó el viejo de los ojos azules.</div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-70324489682527962032007-10-22T11:14:00.000+02:002007-10-22T22:40:48.428+02:00Niña de hojalata<p align="right"> </p><p align="right"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcJxNekAreAiEwJU29kz3ciDcFQ8dUB8_GrasbvFAHvFeGJnn4ZI_fPNtuVj3Og432imto9aIQm39P2Cqr812SWEWfrv-siM4iI4Srv-kQiE-MhhOWwY72c4J2C76FP8gxA75h/s1600-h/inocencia.jpg"></a> </p><div align="center"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5124261339606648386" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcJxNekAreAiEwJU29kz3ciDcFQ8dUB8_GrasbvFAHvFeGJnn4ZI_fPNtuVj3Og432imto9aIQm39P2Cqr812SWEWfrv-siM4iI4Srv-kQiE-MhhOWwY72c4J2C76FP8gxA75h/s320/inocencia.jpg" border="0" /></div><div align="center"> </div><div align="center">Niña azul cielo de hojalata,<br />te he perdido,<br />las voces alzan tu nombre al aire,<br />como el pájaro precoz<br />caes del nido;<br />no te encuentro en los bosques de las redes,<br />ni te sientas en los bancos<br />de los escondidos.<br />Has perdido caracolas de recreos,<br />y a los mónstruos que acechaban tras las puertas;<br />y el vestido del domingo,<br />lo has perdido;<br />la sonrisa de lacitos entre dientes no existentes,<br />el olor a fresas verdes en el suelo,<br />caes del nido,<br />y no piensas en las nubes ni en los vuelos con piruetas,<br />la noche sin farolas inunda tus ojos,<br />no te acuerdas del mañana canino,<br />Desgarras veroz las almas en vilo<br />que vierten lágrimas secas en tormentas de arena,<br />mientras nacen de tus labios<br />carcajadas del delirio.<br /></div><div align="center"></div><div align="right"><br /><em>A Silvia</em></div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-53632719342637025832007-09-25T19:49:00.000+02:002007-09-25T19:53:36.279+02:00Momento de lucidezMi vida es un vaso que se colma,<br />estalla,<br />sale el agua blanca e insípida,<br />se abre entre pedazos de cristales,<br />se pierde,<br />no puedo controlarla,<br />amorfa el agua corre<br />por oscuros infiernos<br />y bosques quemados.<br />Ajena a mí,<br />me arrastra,<br />me inunda,<br />me ahoga.<br />No estoy loca,<br />qué pena,<br />qué pena,<br />que no estoy loca.<br />No puedo pararla,<br />lo sé.<br />Salid lágrimas sin duelo,<br />mi condena está firmada,<br />y mi cuello,<br />sentenciado.Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-41054001796429084382007-09-07T21:16:00.000+02:002007-09-07T21:22:23.069+02:00Siempre costándome vivir<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCK7tzKE6Xz6mNLlye5PqIvWCKLjglgGCnrco6AeLcm35U_xCkK4mSnLnEMhBsePzKVwAfRsDCc7iAKIblz2d_Uj2qXKEG58lBEY-WTdZ6CHk3A0X43cSnnrqs3cZO1kMWM_An/s1600-h/20060104122148-caminos.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5107544608991331266" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCK7tzKE6Xz6mNLlye5PqIvWCKLjglgGCnrco6AeLcm35U_xCkK4mSnLnEMhBsePzKVwAfRsDCc7iAKIblz2d_Uj2qXKEG58lBEY-WTdZ6CHk3A0X43cSnnrqs3cZO1kMWM_An/s320/20060104122148-caminos.jpg" border="0" /></a><br /><div>Siempre costándome vivir, dudando ante las bifurcaciones del camino, retrasando la toma de la decisión, fácil o difícil, siempre atrasada hasta más no poder o hasta que algo o alguien decide por mí. Siempre entregada a las diligencias del destino que me depara qué sé yo, siempre intentando adivinar, calculadora, el suceso de mañana, el tropiezo de pasado mañana, el desastre que me espera al cruzar esa esquina. Siempre alerta sin que valga de nada, sin que pueda adivinar ni concretar tan siquiera qué voy a comer mañana al mediodía. Siempre dudosa, con miedo, sin alegrarme ni estar confiada en el camino que no puedo dejar de tomar o que no tengo más remedio que recorrer. ¿Cómo construir, así, una vida plenamente feliz, despreocupada, centrada en lo realmente importante, que soy yo, si yo misma no me lo permito? Si yo misma me ahogo en cualquier gota que suelte el cielo atroz, grisáceo, y me ciego con cualquier rayo de luz que asoma, tímido, en la mañana de cualquier amanecer veraniego. </div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1130162336757421922005-10-24T15:58:00.000+02:002005-10-24T16:03:45.330+02:00La última bocanada<div align="justify">“Ahí va parte de mi infancia” pensé al verle, ya inmóvil para siempre, en su lecho mortal. ¿Cómo podía estar muerto? Le toqué. La primera vez que tocaba a un muerto. Su frente aún estaba caliente, y su piel seguía siendo suave. Esta ha sido la vez que de más cerca he observado a la muerte, cómo actúa y nos engaña, y, al final, siempre hace lo que quiere. Llevaba merodeando alrededor de él más de un año. Y el viernes, le sacó a bailar la macabra danza. Sabía que el momento llegaría, pero, en el fondo, siempre crees que no. Y la sorpresa es inevitable.</div><div align="justify"><br />Moribundo, en su cama, veía cómo libraba una batalla contra la muerte, contra el reloj, contra su cuerpo putrefacto, en cada inhalación; su boca se abría, buscando el elixir de la vida; su cabeza se desplazaba lo más atrás posible, para facilitar la entrada hacia su pecho, que se hinchaba para recibir el bendito gas. “¿Cuántas respiraciones le quedarán? ¿diez? ¿cien? ¿quizás mil?” Pocas y contadas.</div><div align="justify"><br />Esta mañana he visto al lado de mi cama la pequeña, pequeñísima, garrota que me regaló cuando era una mocosa y me venía perfecta a mi estatura. “Qué enana era”. La garrota es de madera, y está barnizada. Tiene escrito mi nombre en letras negras y mayúsculas. Recuerdo que él la hizo para mí.</div><div align="justify"><br />Y le recuerdo, sí, hace un año y pico, cuando mejoró y teníamos la convicción de que había dado esquinazo a la guadaña por un largo tiempo.<br />Y le recuerdo, hace tan sólo unos días, ya en la cama donde acabaron sus días, pidiendo que encendieran la tele para ver un partido de España.<br />Y no me lo explico, cómo puede ser así, cómo hay una bocanada de aire que es la última, cómo todo se para, y se acaba, y ya no se puede remediar.</div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1125931726658727962005-09-05T16:46:00.000+02:002005-09-05T16:48:46.666+02:00Qué leer este otoñoAhí va un artículo de <em>El País</em> en el que podéis encontrar las novedades literarias más interesantes para leer este otoño.<br /><br />Antes de que acabara agosto ya se presentó la esperada segunda novela de Albert Sánchez Piñol, Pandora al Congo (La Campana), que Suma publicará en castellano en noviembre. Hoy lunes tenemos nuevo Vila-Matas, Doctor Pasavento (Anagrama), una de esas novelas superliterarias que tan bien le salen al escritor. El martes saldrá la nueva historia de Gálvez, Gudari Gálvez (Espasa), en la que Jorge M. Reverte regresa a Euskadi. Y el miércoles estará en la calle la nueva novela de Rosa Montero, Historia del Rey Transparente (Alfaguara). Es mucho más que una novela de aventuras y Montero nos retrotrae a nuestra realidad más próxima. Luego, Almudena Grandes, con Estaciones de paso (Tusquets), cinco relatos protagonizados por adolescentes. En noviembre, Oeste (Alfaguara / Edicions 62) de Manuel Rivas, un recorrido desde la posguerra a nuestros días.<br />Como pueden ver, la temporada empieza a velocidad de vértigo y la oferta es tan rica, variada y atractiva que habrá que sacar tiempo de donde sea para leer todo lo que viene.<br />De la hermosa lengua portuguesa nos llegan dos libros contundentes. Las intermitencias de la muerte (Alfaguara), de José Saramago, sobre el eterno enigma de la muerte, y Voces del desierto (Alfaguara), de Nélida Piñon, que recrea con pasión la historia y los sentimientos de Scherezade. El estadounidense Philip Roth nos sorprende con La conjura contra América (Mondadori).<br />Ian McEwan novela en Sábado (Anagrama) sobre la fragilidad de los valores en el Reino Unido posterior al 11 de septiembre. En Mi oído en su corazón (Anagrama), Hanif Kureishi rastrea sus orígenes y los de su familia y su vida en Inglaterra. Tan fuerte, tan cerca (Lumen), de Jonathan Safran Foer, es una recreación literaria del 11-S.<br />En este festival de la literatura, un nombre señalado: el Nobel J. M. Coetzee, con Hombre lento (Mondadori), una reflexión sobre la vejez. Vale también la pena destacar los nuevos libros de Orhan Pamuk (Nieve, Alfaguara), Paulo Coelho (El Zahir, Planeta), Elfriede Jelinek (Obsesión, El Aleph), Martin Amis (Perro callejero, Anagrama), Michael Crichton (Estado de miedo, Plaza & Janés), Salman Rushdie (Shalimar, el payaso, Mondadori), Kazuo Ishiguro (Nunca me abandones, Anagrama), David Foster Wallace (Olvido, Mondadori), Amos Oz (Mi querido Mijael, Siruela)...<br />La posibilidad de una isla (Alfaguara), de Michel Houellebecq, llega precedido por su polémica en Francia. El provocador autor enlaza temas como la clonación, la filosofía y reflexiones científicas en una trama muy agresiva. No hay que perderse tampoco la nueva novela de Joyce Carol Oates, Niágara (Lumen). YMichael Cunningham regresa con Días memorables (El Aleph), en la que recrea la figura de Walt Whitman.<br />Hay nuevas novelas de Mercedes Salisachs (Reflejo de luna, Planeta), Luis Mateo Díez (El fulgor de la pobreza, Alfaguara), Jesús Ferrero (Ángeles del abismo, Siruela), Santiago Gamboa (El síndrome de Ulises, Seix Barral), Ángela Vallvey (La ciudad del diablo, Destino), Ramiro Pinilla (Las cenizas del hierro, Tusquets, último título de la trilogía Verdes valles, colinas rojas). Tendremos Sergio Pitol por partida doble: Los mejores cuentos (Anagrama) y El mago de Viena (Pre-Textos), de carácter autobiográfico. Suite francesa (Salamandra), novela póstuma de Irène Némirovsky, es otra de las apuestas de la temporada.<br />Los últimos meses de 2005 están marcados también por las recuperaciones: Trampa 22 (RBA), de Joseph Keller; La saga de los Marx (El Aleph), de Juan Goytisolo; Días extraños (El Aleph), de Ray Loriga; Juegos de la edad tardía (Tusquets), de Luis Landero; Diario de un cazador (50 años, Destino), de Miguel Delibes, o la primera novela de António Lobo Antunes, Memorias de elefante (Mondadori).Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1125501256462839102005-08-31T17:08:00.000+02:002005-08-31T17:14:16.470+02:00La mañana del principio<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/1600/principio.jpg"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/320/principio.jpg" border="0" /></a><br />Conseguir que tu sonrisa aflorara ese día no costó mucho. Los nervios dominaban tus ojos, inquietos, que no reparaban en ninguno de los detalles que el momento te ofrecía. Pero tu sonrisa, tu sonrisa delataba lo feliz que te encontrabas, el orgullo que sentías por el paso que ibas a dar ese día. Yo siempre fui más discreta, mi preocupación porque todo esto supusiera un duro golpe a la esperanza que tanto tiempo has anhelado, porque un fracaso te hundiera en la pena sin gloria, mi miedo por dudar si había hecho lo correcto cediendo a tus súplicas, eran invisibles para ti. Aunque viéndote tan entusiasmada, ¿cómo no iba a ser lo acertado lo que estábamos haciendo, mi niña? Si tú lo querías más que yo, y yo, si es tuyo, es mío.<br /><br />La mañana era taciturna, los rayos de sol querían explotar entre las nubes del cielo de Madrid, pero no podían; de igual forma yo anhelaba gritar, y besarte, y decirte que te quería más que a nada. Pero el momento no lo pedía; sólo habría conseguido dotar de mayor dramatismo a la situación y, con ello, aumentar tu excitación para hacerte llorar. Mi mano apretaba con fuerza la tuya, mientras nos acercábamos a la parada de la clínica en el N18. Temblabas, recuerdo que temblabas y sudabas, algo que nunca te había sucedido. Había pasado toda la noche en blanco, mirándote a ratos a la luz de la luna, y otros, pensando y dando vueltas a cómo cambiaría nuestra vida, saliese bien o saliese mal, cuan diferentes iban a ser, a partir de la que asomaba por el este, todas las mañanas. Cómo iba a cambiar el apartamento, que con tanto mimo lo habíamos hecho tuyo y mío, NUESTRO. Ese apartamento que nos vio pasar de amigas a amantes, y después, a pareja, y que había supuesto el marco de nuestra presentación ante familiares, amigos, y novios. ¡Qué día ese! No puedo evitar sonreír al recordarlo. Juntamos a todos: mis padres y mi hermano, los tuyos, Laura, mi amiga de toda la vida, Marcos, Carolina, Alfre… ¿Guillermo? Creo que Guillermo se perdió la sorpresa. Y también estaban allí Dani, tu pareja por entonces, y José, mi novio de toda la vida. Recuerdo a Jose y Dani peleando, a tu madre en el suelo mientras mi hermano la abanicaba, a tu padre gritando que no tenemos vergüenza y a Carolina y Laura descojonadas. Todo esto en trece metros cuadrados, que es lo que tiene nuestro salón. Eso parecía el camarote de los hermanos Marx.<br /><br />Y ahora, cuatro años después, cuando habíamos consolidado nuestros sentimientos y disipado nuestras dudas, ahora que habíamos aceptado lo que somos y habíamos hecho que los demás lo aceptaran también, vamos más allá. Pero ¿y si no sale? ¿y si los embriones no agarran en tu vientre? Me muero de miedo, no quiero ver la decepción en tu rostro, no quiero, mi niña, que te rindas. Esperaremos entonces hasta que tengamos pasta para intentarlo de nuevo. Tú no te preocupes, yo cuidaré de ti. Lo deseabas con tanto ahínco. Ser madre ocupaba tu mente completamente de un año para acá. Y ahora, tras la boda, era el momento. Ya verás como todo sale bien.<br /><br />Ya llegábamos. Bajábamos del autobús cuando una bandada de pájaros cruzó el cielo nublado, probablemente rumbo a África. Es el momento, cariño, el principio del resto de nuestra vida.Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1124804570666112572005-08-23T15:41:00.001+02:002005-08-23T15:54:25.756+02:00El metro de Madrid<div align="justify">Es curioso y diferente el viaje de cada día en metro, de casa al trabajo, y, después, de vuelta al hogar. Sin duda el metro es una fuente inagotable para los estudios antropológicos, gente que entra, que sale, sin mirarse ni siquiera a los ojos, gente aislada, diferente, de todas las razas y edades. Puedes intentar adivinar los gustos y preferencias de cada uno de ellos a través de su ropa, de la bolsa que lleva en la mano, o del periódico que agarra mediante el antebrazo contra la axila. Muchas veces, sin duda, adivinas qué tipo de persona es la que tienes delante. Otras las pistas se contradicen. En el metro puedes encontrarte de todo, desde la cincuentona con minifalda cuadreada de colegiala, dos coletas, y una gorra de “Rebook”; hasta todo lo contrario, la muchacha hermosísima pero afeada por su intento de parecer más mayor, con los labios color carmín y una camisa amarilla repleta de transparencias que dejan ver lo que no hay, calzada por unos tacones dorados con los que apenas puede caminar. Me suelen llamar la atención esas antiguas damas, muy mayores pero impecablemente peinadas y maquilladas, de edad indecible, que seguramente nacieron cuando el metro no era ni proyecto. No sé, me maravillan la solemnidad y elegancia con la que dan vueltas por el subsuelo de Madrid, sentadas casi siempre, o enganchadas a uno de los barrotes de hierro, con sus pestañas negrísimas y sus párpados de un azul cielo, sin que ni uno solo de sus blancos cabellos se mueva.<br />En cuanto a actitudes, pues mira, también pueden adivinar que hay de todo. Hay pijos, casi siempre, que miran por encima del hombro como diciéndote “¡qué pasaaa!, es que tengo mi Mercedes en el taller, o sea”. Curritos es lo que más hay, ya vayan en mono azul, o amarrados por una (casi siempre) horrible corbata. Nunca faltan los chulitos, que se pasean por el vagón perdonándote la vida. ¿Y qué me dicen de los niños? Siempre hay niños que, o bien van al colegio, o bien vuelven. Lo peor es cuando se juntan dos hermanos, no dejan de gritar, de correr, de dar algún que otro pisotón; la dama damísima se inquieta, el currito, muy cansado, no puede dormir y se desespera, el chulo… el chulo les perdona la existencia. Pero ¡porque son niños, que, si no, les mete dos “yoyas” que se les quita la tontería! Y el pijo mira su agenda, agobiado, para ver qué día es el que le devuelven el Mercedes (¡qué dura, o sea, qué dura es la vida del pobre!).</div><div align="justify">Pero no es la vista y el oído el único sentido que se ve desbordado en el apasionante doble viaje de cada día. Sin duda, todo el que ha viajado en metro sabe de qué otro sentido voy a hablar: el olfato. La verdad es que la cosa ha mejorado mucho, la gran mayoría de los vagones cuentan ya con aire acondicionado, y eso, ayuda, vaya que si ayuda. Aún así, los olores siguen ahí. La humanidad emana de nuestros cuerpos que regresan agotados, sudorosos, afligidos, convulsionados. Es normal, todos somos humanos (incluso el pijo y la dama ancianísima-aunque ella menos-). Pero hay veces que es insoportable. Y cuando peor se lleva es por la mañana, cuando los cuerpos han de estar limpios, frescos, descansados, cual lechuga verde en el frigorífico. Siempre hay alguien que se ha levantado tarde, se quedó dormido cuando llegó anoche a casa, y, nada… que de ducha ni hablar. Incluso los lunes, por la mañana, siempre está el más humano de todos los humanos.<br /><br />En fin, curioso viaje el del metro. </div>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1123971323656698342005-08-13T23:35:00.000+02:002005-08-14T00:18:19.056+02:00Historia universal de la infamia<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/1600/mary.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/320/mary.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Acabo de terminar este clásico de Borges que sin duda recomiendo. Esa atracción que nos producen los canallas, las mentes perversas y carentes de compasión, puede verse reconfortada en este librito maravilloso que Borges presenta, usando el tópico del <span style="font-style: italic;">humilitas autorial</span>, bajo la forma de relatos plagiados y ejemplares.<br /><br />Y es que ¿quién no ha soñado alguna vez con ser alguno de estos oscuros bandidos? ¿Quién no se ha imaginado en el pellejo rastrero de un pistolero, un gangster o una temible corsaria? Personajes como Bill the Kid, Mary Read, la viuda Ching o Morrell tienen cabida es esta estupenda lectura, que discurre por distintos escenarios: desde los intrépidos mares, hasta el Missisipi de Mark Twain, pasando por París, Londres y hasta el lejano Oriente.<br /><br />Ahí dejo un enlace en el que podréis leer uno de los capítulos que más me han gustado, el que habla de las piratas, y, en particular, de la viuda Ching. La verdad es que no tenía ni idea de la existencia de estas intrépidas mujeres. Espero que disfrutéis con la lectura tanto como yo.<br /><br /><a href="http://ar.geocities.com/elspamesmierda/Borges/borges-1935-La_viuda_Ching.htm">http://ar.geocities.com/elspamesmierda/Borges/borges-1935-La_viuda_Ching.htm</a>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15359907.post-1123856438141189092005-08-12T16:09:00.000+02:002005-08-12T16:52:06.720+02:00Las aventuras de Alicia<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/1600/Cab.jpg"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/6416/1420/320/Cab.jpg" border="0" /></a><br />Siempre me ha fascinado Alicia, el mundo de Lewis Carroll y de las hermanas Liddell, la magia de su historia. Les imagino en un idílico paisaje, a orillas de un río, a la sombra de un ciprés, cuando Alice, aburrida, pide que cuente una historia. Y Lewis, dubitativo, comienza el cuento:<br /><br />- <em>Alicia empezaba ya a cansarse de estar sentada con su hermana a la orilla del río, sin tener nada que hacer: había echado un par de ojeadas al libro que su hermana estaba leyendo, pero no tenía dibujos ni diálogos. «¿Y de qué sirve un libro sin dibujos ni diálogos?», se preguntaba Alicia...</em><br /><em></em><br />Así surgio, a mediados del siglo XIX ese maravilloso cuento que sigue fascinando a millones de personas en el mundo de todas las edades. Personas como yo.<br /><br />Quiero que este pequeño rincón de la inmensa red sea eso precisamente, el país de las maravillas, donde todo tiene cabida, donde mi imaginación pueda despegar tras conejos blancos para encontrar quién sabe qué. Aquí tiene cabida la Oruga, el Gato de Cheshire, la Reina, la Duquesa, la Falsa Tortuga, la Liebre de Marzo, el Sombrerero, el Lirón, el Grifo y tantos otros.<br /><br /><br />Aquí, espero, iré plasmando lo que la vida me sugiere, los detalles bonitos que me vaya encontrando, y, sobre todo, que vaya imaginando.<br /><br />Un beso a mi Caballero Blanco, al que tanto quiero.<br /><br /><br /><em></em>Alicia Liddellhttp://www.blogger.com/profile/15276594600420361082noreply@blogger.com3